El Manifiesto libertario, escrito por Murray N. Rothbard y publicado originalmente en 1973, es una de las obras fundamentales del pensamiento libertario contemporáneo. En este libro, Rothbard expone de manera sistemática y radical los principios filosóficos, éticos y políticos que sustentan el libertarismo, entendidos como una defensa integral de la libertad individual frente a toda forma de coerción estatal.

A diferencia de otros textos políticos que se limitan a reformas parciales o a críticas superficiales del poder, Rothbard plantea una ruptura total con el Estado como institución. El autor sostiene que el Estado es, por naturaleza, una organización que se sostiene mediante la violencia, la expropiación y la agresión sistemática contra la propiedad privada. Desde esta premisa, el manifiesto desarrolla una crítica profunda a la guerra, la tributación, la regulación económica, el monopolio monetario y el intervencionismo en todas sus formas.

El libro se apoya en una ética de la propiedad privada y del principio de no agresión, argumentando que toda relación social legítima debe basarse en el consentimiento voluntario entre individuos. Rothbard vincula esta ética con la tradición del liberalismo clásico, la economía austríaca y el derecho natural, mostrando cómo estos enfoques convergen en una defensa coherente de una sociedad sin Estado.

El Manifiesto libertario no es solo un texto teórico, sino también una obra de divulgación política clara y directa. Su lenguaje accesible y su estructura ordenada lo convierten en una introducción ideal para quienes se acercan por primera vez al libertarismo, al mismo tiempo que ofrece argumentos sólidos para lectores avanzados. La influencia de este libro ha sido decisiva en la formación del movimiento libertario moderno y continúa siendo una referencia central en los debates sobre libertad, poder y organización social.

En el contexto actual, marcado por el crecimiento del Estado, la expansión del control político y la erosión de las libertades individuales, esta obra mantiene una vigencia notable. El Manifiesto libertario invita al lector a cuestionar las bases mismas de la autoridad política y a reflexionar sobre la posibilidad de una sociedad fundada exclusivamente en el respeto a la libertad y a la propiedad privada.

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